Haciendo caso al dicho «no empezar la casa por el tejado», hoy vamos a repasar los tipos de suelo que podemos usar en nuestros hogares. Y es que una de las primeras cosas en las que debemos pensar al empezar una vivienda o una reforma de cero, es el suelo que vamos a necesitar. Si estás en esta tesitura, no pierdas estos consejos para elegir bien.
Tarima flotante
Se compone de suelos laminados o parquet pero no están pegados ni clavados al soporte. Su instalación y mantenimiento son algo más complicados, pero aguantará durante muchos años.
Parquet
Este tipo de suelo se compone de tarima de madera natural barnizada o aceitada. Con él se obtiene ese aspecto a madera real que queda tan bien. Es duradero y robusto.
Suelo vinílico
Hecho de materiales sintéticos, puede imitar a madera, mármol, cerámica, etc. Es muy resistente, tanto al agua como al paso del tiempo, fácil de mantener y limpiar. Además, es de sencilla instalación, pudiendo elegir sistema de click, lamas autoadhesivas o aplicar cola sobre la superficie.
Suelo laminado
Este suelo se hace con varias capas compuestas por láminas que imitan a la madera. Pueden tener diferentes acabados y se caracterizan por su resistencia y fácil instalación. Al no ser madera natural, suele ser más económico.